Capitalismo de amigotes y barbarie neoliberal

A veces me llegan ciertos esquemas vía redes sociales o correo electrónico que nos ayudan a entender muchas cosas de forma sencilla.  Me gustaría compartir con vosotros uno que es extremadamente ilustrativo del estado actual de cosas:

En esta imagen podemos observar como en el capitalismo se tiende hacia el monopolio. Apenas diez empresas controlan la casi totalidad de sus respectivos mercados, basculando de esta forma la idealizada concepción liberal del mercado libre y competitivo (materialmente irrealizable) hacia el olipolio más abyecto en el cual -en el mejor de los casos- dos únicos mastodontes compiten entre sí para acaparar la totalidad del mercado existente. La concentración del capital se nos presenta entonces como el camino natural y consecuente del capitalismo y gráficos como el que sigue no pillará desprevenido a ningún despistado:

Riqueza patrimonial neta en el Reino Unido

Aunque el capitalismo haya mutado en sus formas la esencia continúa siendo la misma: acumulación y concentración del capital. Hace unos pocos días pudimos saber que en España, a lo largo de este curso 2012, mientras los salarios bajaban un 3,9% los beneficios empresariales aumentaron en un 3,4% y los más ricos ganaron un 6% más que en el 2010. Estos datos son contundentes y permiten vislumbrar la encarnizada lucha de clases (del 1% frente al 99%) que se está produciendo en occidente desde el inicio de la crisis. Una lucha de clases que ya está siendo redefinida para adaptarse al nuevo marco de la era postfordista del capitalismo financiero y del trabajo intelectual. No podemos quedarnos en la estética vintage de obreros industriales luchando contra despiadados patronos (como así se dejó ver en la lucha de los mineros), en occidente ya no se puede hacer un remake del mítico corto de los hermanos Lumière. Una cosa no quita la otra, estamos sufriendo un expolio por parte del 1% y de nosotros dependerá que lo lleven o no a buen cabo.

La subida del IVA que ha entrado en vigor este pasado sábado sigue esta lógica. La pequeña y mediana empresa lo tendrá muy complicado para hacer frente a una nueva aumentación de los precios de sus productos que tendrá que recaer sobre el consumidor mientras que las grandes empresas podrán asumir la misma rebajando un poco sus ya exorbitantes beneficios. Es posible que aumente el fraude y que, por ello, la recaudación final por parte del Estado decaiga lo que dará alas a nuevas oleadas de privatizaciones (de lo poco que nos queda) para que la puerta giratoria entre la clase política y la clase dominante no pare de girar.

En definitiva, tendremos menos empresas, menos empleo, más oligopolios y más concentración del capital. A las personas les interesa y suelen formarse (más del 30% de la población española tiene estudios superiores) y también enferman, la educación y la sanidad serán el próximo objetivo del 1%, hay mucho dinero en juego. Estamos viviendo el ocaso de todo un modelo social y humano -que, sin ser el mejor de los mundos, nos permitía mantener una cierta tranquilidad y estabilidad- y la entrada en la barbarie neoliberal. Merkel habla ya de jubilarse a los 80 años, Rajoy de suprimir las vacaciones pagadas y de permitir los 6 días de trabajo a la semana, de socializar a los parados como si de delincuentes se tratase a través del trabajo social. La lista de barbaridades es interminable. Es hora de empezar a enseñar los dientes, de iniciar un proceso constituyente que de paso al nuevo régimen del común. El expolio del 1% sobre el 99% es ya humillante.

Las condiciones del rescate y la democracia

Hace cosa de un mes, Rajoy anunció ante los ciudadanos españoles que el rescate financiero no era un rescate de país sino «una línea de crédito».  Hoy, debemos plegarnos ante la evidencia y confirmar aquello sobre lo que ya sospechábamos: el dinero no es gratis y Europa nos exigiría una contrapartida. Podíamos aventurarnos en las medidas concretas que nos impondrían y no nos hemos alejado tanto de la realidad (la experiencia de Grecia, Irlanda y Portugal nos ha permitido ser buenos oráculos). Subida del IVA general del 18% al 21%, muchos bienes y servicios que estaban integrados en el IVA reducido (que tributa al 8%) pasarán al IVA general, suponiendo de esta forma un incremento de un 162,5% del IVA en los mismos, supresión de la paga extra de navidad de los funcionarios, reducción de las prestaciones de desempleo y aceleración del retraso de la edad de jubilación legal a los 67 años.

El Partido Popular se opuso fervientemente a todas las medidas que hoy defiende, realizó una campaña agresiva en contra de la subida del IVA realizada por el gobierno de Zapatero, votó en contra y se opuso al retraso de la edad de jubilación y criticó la bajada de sueldo de los funcionarios. La hemeroteca no perdona. Cada  vez me inclino más a pensar que el PP ha utilizado una inteligente estrategia gramsciana para destrozar la democracia desde dentro. Visto que el golpe de estado de Tejero no dio los frutos esperados han sofisticado sus métodos y lo que hacen es utilizar los mecanismos democráticos existentes para deslegitimar y reducir la democracia a su más bajo nivel. De esta forma, no sorprende que les de absolutamente igual todo lo que hubieran dicho en el pasado, que ensalzan la menudencia del debate público (no es casualidad que Rajoy haya eliminado para este curso el  clásico debate sobre el estado de la nación), que repriman y condenen de forma automática todo canal de participación política (como puede ser la manifestación) y que, de manera más general, demuestren a la multitud la insignificancia de votar y la inocuidad de las opiniones díscolas. Envuelven todo esto con el odio social, de clase, del «que se jodan» de la niñita de papá Andrea Fabra.

En efecto y tristemente parece que nos encontramos ante la irrelevancia del sistema democrático. Llevamos un año denunciando de forma mayoritaria las carencias de nuestra famélica democracia, denunciamos que esta es inexistente y no nos falta parte de razón pero, al mismo tiempo, asistimos a un ataque mucho más sútil realizado desde dentro de la misma. Ese ataque consiste en desprestigiar a la democracia misma para que acabemos sintiendo un recelo insuperable y dudemos de esta forma de organización política. También utilizan mecanismos explícitos, como la reforma del poder judicial o el nombramiento del nuevo director de RTVE, además de gobernarn a base de decretazos. Por ello es importante reclamar más democracia y por ello es importante recuperar a la misma en el sentido más amplio del término.

Hecho este paréntesis, entraré de lleno en el aspecto económico del rescate. Primero me gustaría señalar una cosa que se suele pasar por alto y que refuerza la tesis de que estas medidas suponen un saqueo sin precedentes para la población española y un suicidio económico. Si tu economía está orientada a la exportación -como ocurre de forma mayoritaria en los países africanos y, en menor medida, en países como Alemania, China o Corea del Sur- puedes pasarte de todo lo que sea política económica interna, Es decir, si tuviéramos una economía exportadora todas estas medidas (aunque crueles y antisociales) podrían servirnos hasta un cierto punto ya que la demanda interna no tendría un papel importante que jugar. Pero en España, el 70% del PIB depende de la demanda interna. Es decir, nuestra economía depende del consumo y de la oferta interior. Aumentar un impuesto regresivo como el IVA es contraproducente en todos los sentidos, por un lado es injusto desde el punto de vista social (perjudica más a los que menos tienen) y por el otro contrae la demanda y, por ende, la oferta interna. Generará más desempleo ya que muchos negocios no podrán soportar la subida sin deshacerse de algunos empleados (además de la pérdida de poder adquisitivo del resto, que dejarán de comprar). Es una medida pro-cíclica, que alimenta la recesión.

La supresión de la paga extra de Navidad para los funcionarios sigue la misma línea, reducirá la demanda interna ya que  éstos dispondrán de menos dinero. El dinero que se recaudará tanto del IVA como del ahorro de la paga extra será destinado a un mercado financiero ineficiente (esto lo repito siempre porque es de enorme importancia recordarlo, clicar en el enlace, no lo digo sin fundamentos), para intentar salvar a la banca alemana y francesa, muy expuestas a los riesgos del país.

No es que el dinero recaudado lo vaya a despilfarrar un gobierno que intrínsicamente sería ineficaz  sino que se destinará al pago de la deuda pública y a la reducción del déficit, que a causa del mismo rescate que impone estas condiciones aumentarán enormemente (aunque aparentemente parezca que nos hayamos librado de pagar los intereses continuaremos siendo el aval, además estas condiciones agravarán la situación económica destrozando todavía más la estructura productiva del país y la demanda interna).

El círculo vicioso de recortes-recesión-recortes-recesión sigue sin tener remedio, llevamos ya 2 años con estas políticas (ahora se acentúan, como queriendo demostrar todavía más la ignominia de los gestores que las implementan, ya que cualquiera puede constatar que no han servido sino para empeorar la situación) y nadie parece tener la voluntad de pararlas. Asistimos al nacimiento de la cleptocracia. No pueden ser tan imbéciles, si hacen todo esto es por buenas razones: las empresas del IBEX-35 suben el sueldo a sus consejeros un 4,4% (noticia del 11 de julio del 2012).

Por cierto, hay un tema que suele aparecer de forma constante en los medios de izquierdas y entre las personas pertenecientes a dicha sensibilidad que consiste en afirmar que debemos aprovechar este momento de crisis para empezar a aplicar políticas partidarias del decrecimiento. Ya que se está reduciendo el PIB a causa de la crisis podemos seguir en la misma línea para salvar el planeta. Entiendo que el decrecimiento debería ser compartido de igual modo por todos y que,implícitamente, implica una redistribución de la riqueza y el trabajo (cosa con la que estoy de acuerdo). Aun así, no perdamos el oremus, no caigamos tan fácilmente en la trampa. El PIB es simplemente el conjunto de transacciones realizadas en una econoía dada, no nos dice absolutamente nada sobre el tipo de consumo que se realiza. Por ejemplo, en los últimos 10 años en EEUU , aunque el PIB haya crecido la cantidad de energía requerida para ese aumento del PIB disminuye cada año de un 2%. Y esto es fácil de comprender, ultimamente han aumentado mucho las empresas destinadas a ofrecer servicios que no contaminan en absoluto al medio ambiente aunque aumenten el PIB, tales como clases de yoga, empresas de asistencia psicológica y de forma más general, la atención al público (estos son solo algunos ejemplos para comprender este fenómeno).  No hace falta recurrir de forma automática al decrecimiento, simplemente se puede reorientar el crecimiento hacia trabajos y servicios más intelectuales, culturales o del mismo fomento de energías renovables. Internet y las nuevas tecnologías ofrecen el marco perfecto para profundizar en todo esto.

«Rescatados», intervenidos

Hoy se ha hecho público, por fin hemos entrado en el selecto club de países «rescatados», intervenidos.  Grecia, Irlanda, Portugal y ahora España. Se ha intentado edulcorar la nefasta noticia aduciendo que se trata de un rescate «financiero» (y no de país), aunque sea el mismo caso que el irlandés (también se ocultó la intervención al país a través del sector financiero). 100 000 millones para una banca incompetente y estafadora (casos clamorosos de CaixaBank y Bankia), el 10% de nuestro PIB.  El dinero no es gratis –en nuestro caso es Europa la que prestará 100 000 millones al Estado y éste deberá inyectarlos a través del FROB en las distintas entidades bancarias, seremos el aval de la banca–  y el Eurogrupo exigirá medidas específicas para aseguarse la devolución del mismo. Es simplemente escandoloso que tengamos que salvar a un sector que se ha estado lucrando a base de especulación (de cualquier tipo aunque sobre todo immobiliaria) y que nunca pensó en el ciudadano medio ni en sus propios clientes cuando la cosa le iba bien, un sector que se ha encargado de dilapidar al estado del bienestar y que ha atacado constantemente al pueblo y ahora exige que le saquemos del atolladero. Cuando deshaucian familias se escudan en «es lo que hay, te pasa por estirar más el brazo que la manga» o en las reglas del libre mercado capitalista. Cuando la cosa va mal tienen que ir a mendigar a papaíto Estado sin ningún tipo de pudor o vergüenza. Sin caer en la ingenuidad, tampoco sorprende que el Estado corporatista del siglo XXI acuda a la llamada de auxilio de sus coleguillas, los banqueros.

La semana que viene asistiremos a una humillante representación teatral en la cual aparecerán «nuestros» gobernantes (ahora más que nunca simples títeres o portavoces de los distintos organismos europeos e internacionales) diciéndonos que no es un rescate al país (sin embargo, será el Estado el que tendrá que devolver los 100 000 millones a Europa, nuestro nuevo acreedor, los intereses serán responsabilidad del estado, esto significa que si son del 3% cada año habrá que soltar 3 000 millones, lo que implica más deuda pública, se calcula que aumentará en 10 puntos, probablemente se traduzca en un déficit público más elevado) y que es estrictamente necesario, no hay alternativas. El prestar dinero público a los bancos es en sí mismo una gran estafa, ya que éstos, si lo devuelven, es al 1% mientras que el Estado ha tenido que financiarse para dar ese mismo dinero al banco a unos intereses del 6 y 7% en los mercados internacionales (por eso ha recurrido a Europa, pues no es tan caro). Ahora perderemos nuestra soberanía no solo materialmente, como ocurría antes, sino formalmente. Deberemos rendir cuentas ante Europa. ¿Qué significa esto?

Observando los antecedentes a nuestra intervención y a las exigencias de Angela Merkel lo que nos espera no es en absoluto alentador y está muy lejos de cualquier cosa denominada «rescate». En efecto; subida del IVA del 18% actual hasta el 21%, recortes todavía más drásticos del gasto público (que incluirá, probablemente,  una reducción de sueldos a los funcionarios y puede que se abra la caja de Pandora con los despidos), prestaciones de desempleo (reducirlas y/o eliminarlas directamente) y pensiones (atrasar más la edad de jubilación y acelarar la reforma ya aprobada en el año 2011, además de congelarlas para este curso o incluso reducirlas). Tras 2 años de durísimos ajustes que no han servido más que para empeorar la ya delicada situación nos espera un negro futuro de más sacrificios. Todo ello sin parar el estremecedor círculo vicioso de recesión-recortes-recesión-recortes, no se ataca a la raíz del problema (se seguirá menguando el consumo de las clases medias y trabajadoras) y los de siempre pagamos los platos rotos de los culpables de esta crisis.

La evidencia del fracaso de las políticas de austeridad en Grecia, Portugal, Irlanda, Italia, Reino Unido y en nuestro propio país no serán óbice para que nos las sigan imponiendo. Es el proyecto de los poderes fácticos y de la derecha mediática (muchas veces confundidos), matar a la Europa social para que de sus cenizas pueda renacer una Europa neoliberal. Y esto se hará con la sangre y el sufrimiento de millones de europeos, suprimiendo las soberanías nacionales.

Es este un sistema en el cual se salvan bancos en vez de a personas. Bienvenida DEBTOCRACY.

El capitalismo que nunca sale en los medios

Si algo hemos aprendido de la mafia es que para llegar a lo más alto y para mantenerse en las cúspides del poder lo más importante es la discreción. Algunas películas han retratado a la perfección el declive de algún mafioso – como en American Gangster que siempre empieza en el momento en el cual dejas de lado la discreción propia del oficio en pos de la ostentación y de las ansias de notoriedad. Pasas de ser un elemento oculto, cuidadoso, prudente, a ser un personaje casi público, con la consecuente atención mediática.

En el sistema capitalista encontramos algo parecido aunque en otro nivel. Los que detentan el poder deben de ser discretos, intentar pasar desapercibidos, mantenerse un poco ocultos ante la opinión pública. De esta forma, si nos fijamos bien, en los medios en muy contadas ocasiones vemos aparecer a Emilio Botín (el banquero más importante de Europa), a Isidro Fainé (presidente de CaixaBank), a Amancio Ortega,  a Antonio Brufau (presidente de Repsol) y un muy largo etcétera. No suelen aceptar entrevistas y, si algunas veces las aceptan, es simplemente para vanagloriarse de lo bueno que son en sus negocios o para hacer propaganda. Sería muy interesante poder escucharlos más, de hecho, tienen muchas cosas que explicarnos. Siempre estamos criticando (con mucha razón) al sistema financiero y ni siquiera dan la cara ante los ciudadanos, más grave todavía es que no la den ante sus clientes. Tiene una justificación, ellos se ocupan de negocios privados, no son asuntos públicos aunque las consecuencias de sus acciones estén siempre a la orden del día y sean muy públicas (más después de que seamos los contribuyentes los que les salvemos los muebles)

Tras este primer nivel de secretismo llegamos al segundo. ¿En qué medios has podido ver las protestas contra Caixabank en Barcelona? ¿Y contra Bankia? En ninguno porque no han salido. De hecho, CaixaBank envío una nota amenazadora  a Tv3 (actitud esta muy mafiosa) en la que se especificaba que si salía alguna noticia de las protestas en Maria Cristina contra la sede central de CaixaBank se le retirarían los patrocinios. Son bastantes millones de euros, sobre todo sabiendo que CaixaBank patrocina la sección de deportes del telediario. Suerte que disponemos de Internet y de las redes sociales, de otra forma esas multitudinarias protestas no habrían existido para la gran parte de la ciudadanía.  Quizás deberíamos hacer un esbozo de porqué se hicieron protestas contra CaixaBank, y así llegaremos al tercer nivel de secretismo, una estafa en toda regla (las participaciones preferentes) que nunca se explicó en ningún medio.

Centenares de miles son los ahorradores que se han visto afectados por la estafa de las preferentes. Todo vino a raíz de la normativa de Basilea III, que excluía a las participaciones preferentes del cómputo de capital de los bancos y, por lo tanto, éstos tuvieron que deshacerse de ellas y comprar bonos o acciones  (que sí que cuentan para la capitalización). La Caixa dispone de muy poco dinero (falta de liquidez) y el canje es el siguiente: el 30% se recupera en forma de acciones y el 70% restante se convierte en una obligación a 10 años. Los tenedores del dinero deberán esperar hasta el 2022 para recuperar la totalidad del mismo. El problema de todo esto es que las participaciones preferentes fueron vendidas como productos líquidos con la posibilidad de retirar el dinero en 48 horas (y así lo atestiguan todos los afectados) y ahora les dicen que tienen que esperar 10 años (aparte de que muy pocos conocían la naturaleza y peligros de estos productos). Y aceptar el canje implica aceptar los términos de CaixaBank, entre los que se encuentra el no denunciar a la entidad (no tienen un pelo de tontos). Si rechazan el canje se quedarán sin nada. Muchos de los afectados tienen entre 75 y 95 años, muchos de ellos nunca podrán recuperar su dinero, sus ahorros de toda la vida, el legado que querían dejar a sus hijos y nietos.

Luego CaixaBank y otras tantas empresas y entidades financieras participaron de forma bochornosa en La Marató de TV3. Ahí sí que quieren dar la cara, con un cinismo que alcanza cotas inaguantables. Son personas que te santifican si ayudas a los pobres pero que si quieres luchar contra las causas de la pobreza o te encarcelan o te matan. Hipocresía en estado puro.

A veces va bien ponerle cara y ojos a este sistema y a los principales culpables de la crisis pero mucho me temo que esto siga siendo superficial. Las causas radican en el sistema en sí, las caras, las personas, van pasando y se siguen y se seguirán reproduciéndose los mismos procedimientos con igual resultados si simplemente cambiamos a las personas. Las herramientas del sistema capitalistas son las que son, aunque seamos las personas las que debamos cambiarlas.

Evidentemente, para rendir un mínimo honor al título que le he puesto a esta entrada, el capitalismo que nunca sale en los medios es el que sufrimos el 99%, el que provoca decenas de suicidios diarios, el que mata a personas inocentes en guerras injustas, el que mata de hambre a los africanos con la especulación alimentaria, el que encarcela a lxs ciudadanxs por defender sus derechos o el que somete en la más miserable condición a gran parte de la población humana.

Estos días se reúne el club Bilderberg en Chantilly, las 150 personas más influyentes del planeta han quedado para hablar sobre las cuestiones del mundo (eso dice la prensa). A saber  de qué hablan, pero están presentes grandes jefazos de la prensa internacional y nacional (como Polanco), el imperativo periodístico sería el de informar que se acuerda en estas reuniones secretas (secretas de contenido, desde hace 10 años ya publican hasta la lista de invitados) pero no tendremos el privilegio de saberlo. No estamos en su club. Son el 1%. Pero nos tienen miedo, necesitan nuestro consentimiento tácito y por eso nos esconden todas sus fechorías, por eso no quieren que se haga público lo que hablan, no quieren que se sepa que nos manifestamos contra CaixaBank, no quieren que se sepa la estafa de las preferentes, la estafa de las deudas soberanas etc, debemos coger conciencia de nuestro poder. Nos censuran y nos reprimen porque nos temen, se tambalea su sistema, somos el 99%.

De la estafa inmobiliaria a la estafa de la deuda soberana

Estos días estamos viviendo momentos de máxima tensión financiera. Bankia se hunde definitivamente, la prima de riesgo se dispara y alcanza los 500 puntos (recordemos que esta cifra fue suficiente para que Irlanda, Portugal y Grecia pidieran el rescate) y el Ibex 35 se desploma hasta los 6500 puntos, en niveles del año 2003 y puede alcanzar los del 2002 (curiosamente, el año en el que nació y se instauró la moneda única: el euro). Por su lado, los griegos han retirado ya 1000 millones de euros de los bancos.

Para comprender muchas de las cosas que están pasando debemos remontarnos en el tiempo, hacia la segunda mitad del siglo XX. Los tratados de Bretton Woods (1944, entra en vigor en 1946) fueron un acuerdo multilateral de los países occidentales capitalistas para reemplazar el patrón oro e instaurar una moneda de referencia: el dólar. Para ello, se crearon algunas instituciones financieras internacionales (BM, FMI) que tendrían la labor de mantener la estabilidad monetaria mediante la regulación (idea originaria de los economistas Keynes y White, aunque fueron parcialmente modificadas, estas instituciones presentaban ya de entrada numerosos problemas). En el año 1972 (en una época de crisis económica que puso en jaque a las teorías keynesianas), el presidente Nixon imbuido por la fiebre neoliberal que comenzaba a expandirse de forma viral por todo el mundo capitalista decretó el fin del dólar como moneda de referencia y de estabilidad monetaria internacional (esto también fue una consecuencia subsidiaria de la fortaleza del marco alemán y del yen japonés además de los gastos en la contienda militar en Vietnam; se enviaban miles de millones de dólares al exterior y EEUU tuvo por primera vez un déficit comercial). Las distintas monedas ya no deberían forzosamente equpirarse al dólar y se desregularizó las tasas de cambio. El valor de las monedas empezó a fluctuar. La consecuencia subsiguiente de este fenómeno fue la variabilidad monetaria, ésta provoca la inestabilidad económica y de ella nace la  especulación monetaria, que alcanzó su cénit con el derrumbe de la libra esterlina a manos de un poderoso inversor (Soros) que se forró especulando (vendiendo y comprando moneda) con la misma.

Para intentar apaciguar las desastrosas consecuencias de la especulación monetaria, Europa se propuso establecer una moneda única muy fuerte: el euro. Esto impidió que se repitieran los ataques a las monedas nacionales y se pudo subsanar el problema de la especulación (ya que se acabó con la variabilidad económica)…pero surgió otro problema no menos preocupante: el BCE y su ortodoxia económica. En los Tratados europeos se fue bastante contundente: se prohíbe la compra de deuda pública por parte del BCE (para evitar la inflación). Basculó entonces la especulación de las monedas hacia la de las deudas. ¿Cómo? Muy sencillo: si no puedes atacar a las monedas sacando rentabilidad de las mismas ataca a las deudas soberanas: todos los países de la unión monetaria poseen la misma moneda pero sus economías son distintas y es imposible que se compre deuda pública desde el banco central en un primer momento..por lo tanto, con la ayuda de agencias de calificación cómplices como Standard and Poor’s o Moody’s, vas exigiendo más intereses haciendo proyecciones y estimaciones -muchas veces infundadas- sobre el futuro estado de las economías..el problema es que son profecías autocumplidas: si devalúas la calificación de un país, al subir el riesgo de impago, aumentan los intereses (pues los acreedores tienen más desconfianza) lo que complica todavía más la devolución de los créditos (pues te cuesta más financiarte). Entonces, cuando el país está al borde del colapso aparece SIEMPRE el BCE para comprar deuda pública en los mercados secundarios (ejemplos flagrantes de Italia y España en agosto 2011).

De esta forma, el agujero de las entidades financieras puede cubrirse a través de los impuestos de los contribuyentes mediante el pago excesivo de intereses por las deudas soberanas. Para más inri, el BCE vende dinero barato a los bancos (al 1%, recordemos que es dinero público), 1 billón de euros, que sirve a los bancos para prestárselo a los estados al 4,5 o 6%, convirtiendo de esta forma una estafa en toda regla en una ingeniosa artimaña de ingeniería financiera legal. Y cuando las cosas van muy mal dadas, como a Bankia, pues el gobierno interviene al banco, lo rescata, le regala 10 000 millones de euros de los contribuyentes y todos felices. Podrían dejarlo caer, de todos es sabido que hay un fondo de garantía de depósitos (con un límite de 100 000 euros), tu dinero está bien asegurado. El problema, claro está, es que personas muy poderosas pueden verse muy perjudicadas. 

Sin embargo, la crisis del capitalismo es tan fuerte y la avaricia tan desbocada que la situación es completamente insostenible. Se les va a ir de las manos..el sistema muestra signos de agotamiento. Ni los eurobonos (que exigiría una armonización fiscal a nivel europeo) podrían mitigar todas las consecuencias que se derivan de los sinsentidos de los últimos años (y no es por la inflación que se derivaría, muchos economistas ya han asegurado que es importante tener una inflación del 4 o del 5%). Es hora de superar este sistema…no está tan claro que con regulaciones, tasas sobre las transacciones financieras o políticas de estímulo se pueda salir de esta situación. A lo mejor retrasa el último momento pero nada más. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en España ahora sufriremos el estallido de la burbuja de la deuda, con el subsiguiente colapso del estado español (también le pasará al griego) y el efecto arrastre al resto de economías avanzadas, que puede ser devastador. No podemos olvidar que aun habiendo reducido el déficit del 11% del PIB al 8,3% del PIB, la deuda pública ha seguido incrementándose, desde el 60% del año 2010 hasta el 80%  del PIB que se espera para este año. Los durísimos programas de ajustes (están aprovechando todo esto para implantarnos un nuevo modelo económico, hay una confluencia de intereses) además de ser antisociales, provocar el sufrimiento de muchísimas personas son completamente ineficaces (hasta en Cataluña, con durísimos recortes, el déficit solo ha podido reducirse 0,56 puntos mientras que la deuda pública SIGUE AUMENTADO un huevo, ha alcanzado el 20,7% del PIB cuando en el 2010 estaba en el 17%).

Nos queda seguir saliendo a la calle, seguir luchando por un mundo más justo, por una economía más social, más humana. Acabar con la especulación y la estafa de los mercados financieros, no es ni la primera ni la última vez que se producirán estos efectos si se continúa con este sistema (.com, burbujas inmobiliarias, monedas, deudas soberanas, alimentos..) El 15M demuestra creatividad, innovación,  esperanza ganas de cambiar las cosas…No podemos dejarnos subyugar. ¡No a la debtocracy!

La debacle económica se aproxima

La bolsa española ha perdido hoy los 7000 puntos por primera vez en tres años y la prima de riesgo no se aleja de la peligrosa cifra de los 400 puntos básicos (llegando incluso a casi los 450 en algunos momentos del día). Recordemos que el umbral de los 500 puntos bastó a países como Portugal, Irlanda o Grecia para pedir el rescate a la UE. La bolsa «pronostica» el estado de la economía con 6,7 u 8 meses de antelación (al menos así era en el pasado, ahora puede que ya sea completamente independiente) y el hecho de que volvamos a niveles del año 2009 significa una vuelta a empezar. Tras 2 años de duros ajustes enmarcados en la doctrina neoliberal (privatizar, desregular y reducir gasto público) retrocederemos para llegar a la situación anterior a la crisis. Esto debería ser una prueba suficiente para todos los pseudocientíficos «economistas» de que sus medidas son ineficaces,no funcionan, y cambiar la estrategia. Sus programas y medidas tienen mucho de ideología y muy poco de ciencia. Nos han vendido la moto de que «no hay alternativas», de que únicamente recortando y privatizando se puede salir del embrollo. Da igual que el FMI pronostique una caída del PIB del 1,7% para este curso 2012 o que las cifras del paro no dejen de aumentar. No podemos escapar a los dictados de los grandes poderes económicos.

Tras el estallido de la crisis muchos fueron los economistas (entre ellos algún que otro premio Nobel como Stiglitz o Krugman) que recomendaron implementar políticas de estímulo y alertaron del peligro que suponía hacer una política de recortes y privatizaciones. Como si de Nostradamus se tratase, aquello que describieron que pasaría se ha ido cumpliendo a rajatabla. La relación era sencilla; la crisis económica provocó el disparo de las deudas públicas y de los déficits públicos (por culpa de la caída de los ingresos, los aumentos de gastos en políticas de desempleo y de los planes de rescate a la banca), para poder financiar a los estados se debía recuperar la confianza de los inversores (mermada por el aumento de la misma) y para ello se recurrió a políticas de disciplina fiscal que cualquier persona puede deducir que son suicidas: recorte de gasto público (renunciando así a políticas de estímulo de la demanda) y subida de impuestos (para intentar arreglar los desajustes en los ingresos). El resultado era previsible: al destrozar la capacidad de consumo de estados, empresas y ciudadanos la demanda agregada se contrae provocando el cierre de más empresas (ya que no tienen consumidores), aumenta el desempleo y con éste se merma todavía más la capacidad de consumo. Resultado: más recesión y por lo tanto más exigencias de recortes y reducción del gasto público (éste aumenta debido al aumento de gastos en prestaciones sociales y, sobre todo, por la continua falta de ingresos derivado del estancamiento económico). Entramos de esta forma en un círculo vicioso interminable.

Cae el gobierno de Zapatero (que privatizó parcialmente loterías y apuestas del estado y AENA entre otras, además de reducir sueldos de funcionarios y recortar gasto público social) y llega el salvador Rajoy (que se presentó a las elecciones sin programa electoral). Se supone que los mercados recuperarían la confianza en la economía española, la prima de riesgo se reduciría y todo iba a ser muy fácil y tal. La batería de medidas que han realizado ha sido simplemente un suicidio: subida del IRPF (sobre todo a las rentas del trabajo con el maquillaje de hacerlo de forma progresiva, nada de tocar las rentas del capital), reforma laboral (que facilita el despido, por lo tanto, más parados a corto plazo como poco, esto lo admiten hasta ellos mismos), subida de la luz, agua, gas, transporte, tabaco y recorte de 40 000 millones más 10 mil millones en sanidad, copago sanitario y hoy se ha anunciado las subidas de tasas universitarias (que podrán llegar al 25% del coste real de al matrícula, un buen truco, el coste real lo determinan los propios gobiernos autómicos, pudiendo de esta forma llegar con total seguridad el precio de la misma a 2000 o 2500 euros por curso, esto implicará, además, que dejemos de apostar por la innovación y por mano de obra cualificada. Establecer barreras de entrada a la Universidad sabiendo que hay un 50% de paro juvenil aumentará la población de los llamados ninis y es apostar por una economía de bajo valor añadido). Para rematar el asunto la gasolina ya ha alcanzado 1,5 euros el litro (nuestra economía depende del petróleo y somos importadores del mismo).

El resultado de todo esto es previsible: mengua absoluta de la capacidad de consumo de los españoles que provocará el cierre o el despido de más trabajadores (pues se reducirá el consumo, las personas por culpa de la subida de impuestos consumirán menos además el despido ahora es barato), quita de circulación de 50 000 millones de euros de la economía (otro desastre, no podrás hacer políticas de estímulo y habrá  menos dinero en circulación que supuestamente se destinará a un mercado financiero ineficiente). La recesión se va a producir de forma dramática, lo que alimentará el círculo vicioso ya comenzado hace 4 años de recesión-recortes-recesión-recortes y alcanzará un nivel insostenible para la población española. Por otro lado, Grecia está a punto de quebrar formalmente (materialmente ya lo está, le han realizado distintas quitas a su deuda) lo que hundirá a todo el sistema financiero, arrastrará definitivamente a España y a Italia y  nos sentaremos a esperar el efecto dominó que esto provocará  a escala mundial.

A los cleptócratas se les ha ido la mano, pensaban sacar mucha tajada de esta crisis (lo están haciendo, como comenté en un artículo anterior) pero su avaricia no tiene límites y hundirán la economía capitalista irremediablemente. Es hora de empezar a articular la alternativa factible y real a este sistema, no solo nos están ofreciendo la oportunidad, sino que es un imperativo el realizarla.

De hecho, aunque estén aprovechando la crisis para privatizar y quitarnos derechos sociales básicos como educación o sanidad están construyendo su propia sepultura sin saberlo. Las teorías liberales no resuelven la paradoja del empresario (a un empresario le interesa pagar lo mínimo posible a un trabajador para aumentar beneficios pero esto conlleva que a nivel agregado, si todos lo hacen, no dispongas de personas que puedan consumir aquello que fabricas) e intentan llevarla al extremo (todas las políticas que se están llevando acabo no hacen más que aumentar las desigualdades sociales, acentúando las contradicciones de clase de forma insostenible) lo que provoca, simplemente, una vuelta al siglo XIX.

Se han realizado muchos análisis comparando la actual crisis económica con la Gran Depresión fruto del crack bursátil del año 1929.  Aunque existan similitudes hay que diferenciar casos, en los años trenta Estados Unidos llegó a tener un «crecimiento» del -18% del PIB en el año 33 y en el mundo occidental las cifras oscilaban entre el  -4 y el -10% del PIB en los peores años. Muchos países tardaron una década en recuperar los niveles anteriores al año 1929. Hasta ahora no se habían alcanzado tales niveles de caídas pero probablemente seremos testigos de ellas a partir de este año 2012 y en el 2013 (si no cambia radicalmente la cosa), lo que corroboraría la tesis de Niño Becerra, que aseguraba que la crisis no estallaría con toda su fuerza hasta el año 2010 (después retrasó esta fecha hasta el 2011-2012). El alarmismo vende mucho, no quiero ser alarmista con este artículo pero si las cosas son como nos las han vendido estamos cerca de todo esto y solo nos queda una salida: la ruptura sistémica.

Muchos ya sufren en sus carnes todos los efectos devastadores de la crisis, aunque en los medios lo silencien. Cada día dos parados italianos se suicidan, las personas viviendo bajo el umbral de la pobreza ya supera el 20% en España, Italia o Grecia, la «clase media» se desmorona y las únicas tiendas que mantienen una gran afluencia de personas son las de alimentación.

La que nos va a caer…Primeros recortes del PP.

Tras reponerme de la esquizofrenia colectiva que ha supuesto el anuncio de subida de impuestos progresivos y la prórroga del subsidio de los 400 euros toca analizar detenidamente el «inicio del inicio».

Es importante señalar que, para aplicar estas medidas, el PP ya se ha escudado en la excusa del déficit, más grande del que dijeron los socialistas (excusa ya conocida en el resto de comunidades, en Cataluña siguen viviendo de eso). Es la doctrina del shock.

Los funcionarios deberán trabajar 2 horas y media más cobrando menos (ya que al congelar los sueldos, subir el IRPF y la inflación es una bajada encubierta de sus sueldos), se reduce en 600 millones la partida destinada a I+D+i (de esta forma seguro que podremos hacer nuestra economía más productiva), se suprime la ayuda de los 210 euros a los jóvenes por emancipación (ahora ya no habrá joven que pueda emanciparse, aunque antes ya estaba muy chunga la cosa) y la subida de impuestos se ha centrado, como siempre, en las rentas del trabajo. En definitiva, menos derechos sociales más impuestos. Esta es la cara blanda del PP, no han hablado ni de la reforma laboral (podemos esperarnos lo peor) ni de educación o sanidad. Nos dirigimos de cabeza al precipicio. Si con las medidas neoliberales del PSOE (más duras que las del PP en este inicio) hemos conseguido más paro y más recesión (que a su vez provocan más recortes, es un círculo vicioso) ahora acentuaremos la delicada situación. Los parámetros del sistema capitalista no permiten dar solución a lo que se  nos viene encima. Los funcionarios consumirán menos y esto se notará en el corto plazo, no hay ninguna evidencia de que se reactive el crédito (sólo es posible con una banca pública) y la pobreza continuará aumentando, lo que provocará menos consumo y, por ende, más destrucción de empleo.

Por otro lado, recortar 200 millones en RENFE y RTVE no esconde otro objetivo que deteriorar estos servicios para que se vuelvan insostenibles y, por lo tanto, sean privatizados. Los tan «españoles» peperos quieren liquidar todo aquello que pertenezca a la sociedad española (como ya hicieron antaño con Telefónica, Iberia, Campsa…) para dárselo a sus amigotes, sean españoles o extranjeros. No olvidemos que privatizar es privar de algo a alguien, aquello que era de todos pasa a ser de unos pocos.

Seguir con la misma lógica y retórica que el PSOE nos conducirá a la catástrofe, que se lo pregunten a griegos, portugueses o irlandeses. Hasta Italia, dirigida por un gurú neoliberal, sigue estando al borde del abismo. La solución está fuera del sistema y existen muchas alternativas de transición hacia un nuevo modelo. Desde la economía del bien común hasta la socialdemocracia 2.0 (he dicho bien, modelos de transición , no la solución milagrosa ni la ruptura definitiva).

Podemos comentar (con algunas pinceladas) algunas medidas de transición, empezaremos con la socialdemocracia 2.0. Acabar con la dualidad en el IRPF sería un buen comienzo, establecer un único impuesto progresivo y con más tramos. Acabar con las SICAVs y luchar contra el fraude fiscal. Bajar el IVA general al 16% y establecer un IVA sobre productos de lujo al 23%, rebajar también el IVA reducido al 6% y el superreducido al 2%. Crear una banca pública y nacionalizar sectores estratégicos. Más transparencia y hacer auditorías públicas para la deuda soberana. Ayudar a la banca ética. Acabar con la ley hipotecaria (dación en pago) y muchas más ayudas para la adquisición de viviendas o alquiler. Jornada laboral de 30 horas, salario mínimo de mil euros y máximo de 8000 euros.   Basarse mucho en las nuevas tecnologías para la burocracia y otras tareas. Prohibir a una empresa tener beneficios o, en todo caso, grabarlos mucho (al 40%). En España podemos recortar en Defensa, Interior y Presidencia. Para que sea posible este modelo es un imperativo la colaboración europea, se debe legislar a nivel europeo.

El otro modelo, a mi modo de ver más plausible y más inteligente, sería el de la economía del bien común. Ésta consiste en establecer baremos de 0 a 1000 puntos en todos los productos y servicios que se encuentran en el mercado. Cuando más alta sea tu puntuación menos impuestos pagarás  (aranceles, IVA etc..). Para poder obtener una puntuación alta debes respetar los derechos humanos, un reparto equitativo de la riqueza creada en la empresa entre los trabajadores y respetar el medio ambiente. La puntuación en el baremo debe de ser visible para los consumidores. A la larga, esto provocaría que aquellas empresas que produzcan productos ecológicos, que respetaron los derechos humanos y repartieron equitativamente las ganancias no pagaran impuestos, por lo tanto sus productos serían más baratos y las personas los comprarían en mayor cantidad. El resto de empresas deberán acabar respetando los tres apartados si quieren ser más competitivas, de esta forma la sociedad en su conjunto ganaría y mejoraría.

Todo esto debe ser coordinado a un nivel internacional y debe venirse acompañado de una regeneración democrática, de un cambio de paradigma en nuestro modelo educativo y de una organización solidaria y libre de los ciudadanos. Parece hasta utópico, ni siquiera hemos hablado de mundos nuevos y maravillosos, ni de revolución…hablamos de modelos de transición y únicamente en el ámbito europeo. De otra forma, será dramático el cambio de sistema, muchas personas se quedarán (ya se están quedando) en el camino.

Segunda interpretación: La crisis es una estafa

El problema que presenta el análisis realizado en el anterior post es que el tsunami de la crisis no se ha manifestado de igual modo para grandes empresarios, banqueros, fondos de inversión y trabajadores y pequeños empresarios en general. De este modo, los ricos ganaron un 8,6% más en 2010 que en 2009,  un 6% más en 2011 con respecto al 2010  y las grandes empresas siguen aumentando escandalosamente sus beneficios (las empresas españolas en del Ibex ganaron un 21% más en 2010 con respecto al 2009, el aumento medio de los salarios de los altos ejecutivos de esas compañías fue de un 20% ), mientras tanto, la remuneración de los asalariados españoles bajó un 1,7%.

Por otro lado, el problema de la deuda soberana sería fácilmente resuelto si el BCE imprimiera billetes, pues se crearía así una red que haría recuperar a los inversores la confianza, bajaría la prima de riesgo y, por ende, los intereses de la deuda soberana. Pero Angela Merkel no quiere, ¿Saben por qué? Porque si realiza esta maniobra los diferentes estados periféricos del sur de Europa no harían las reformas estructurales que se les exige, serían más laxos para no perder rédito electoral y para no crear un caos político. En cambio, si están al borde del precipicio las medidas más radicales se tomarán sin rechistar y serán aceptadas por una parte más amplia de la sociedad, que las verán como la única alternativa plausible para salir del atolladero. Es la doctrina del shock. Se desmantelará (ya se está haciendo) a los estados sociales, privatización de empresas y servicios públicos y habrá una precarización todavía mayor de nuestras condiciones laborales.

El problema político es que Alemania puede, a la vista de que todos los países periféricos están gobernados por la derecha o por tecnócratas, maniobrar de tal forma que el BCE acabe imprimiendo billetes cuando la situación sea demasiado peligrosa y por lo tanto se relaje la presión de los mercados sobre estos países. De hecho, el BCE da dinero barato a la gran banca al 1% o 1,25% para que éstos financien a los estados al 5,6 o 7%, no lo da directamente a los estados, empeorando así aún más la delicada situación de la deuda soberana. Estaremos mucho peor dentro de 3 años, pero parecerá que no es así y que ha sido el PP en España y CiU en Cataluña los que nos han sacado de la crisis. El proyecto neoliberal acabará por tener, a la larga, el consentimiento de la población y se implantará de forma dramática para una gran parte de la población que perderá la memoria del pasado más cercano. Y los de abajo tendremos un serio problema para cuestionar el poder, para recuperarlo.

Los mass media y políticos como Artur Mas están realizando una extraordinaria labor de manipulación de masas. Muy inteligente. Presentan a Artur Mas como un valiente, un salvador, un tipo con coraje, un tipo que se está sacrificando para sacar a Cataluña de la crisis. Me recuerda horrorosamente al stajanovismo stalinista. Pero es una buena opción desde un punto de vista político, apelar a lo más irracional del ser, forzarte a pensar que estás haciendo algo bueno, el sacrificio siempre ha sido un paraguas en el que se refugia la legitimidad de actuación (nuestros abuelos murieron por la democracia, los obreros soviéticos lo están dando todo por el triunfo de la revolución etc etc), se crean así  «mártires» de la causa. El caso de los obreros soviéticos es ilustrativo en este aspecto, estaban ultra explotados trabajando 12 horas al día por un sueldo miserable, convirtiéndose en ejemplo a seguir por el resto de la población. Eran mártires involuntarios, aunque hicieran con gusto ese sacrificio(pues lo hacían con gusto), mientras tanto, los privilegiados del partido vivían como reyes. Algo así ocurre hoy en Cataluña (también China es un buen ejemplo de esto). En este apartado, CiU y sus medios afines nos están dando una lección política, una clase magistral de manipulación. No se puede responder a la misma con la simple denuncia, el inconsciente es más fuerte que el consciente. Aunque yo sigo confiando en la inteligencia de las personas.

Además de esto, la crisis no es de recursos, ni ecológica ni bélica. No hay escasez de capital. Muchos están sacando mucha tajada de esta crisis, por ejemplo, especulando con las deudas soberanas. Ahí están las agencias de rating, que imagen y califican a un país según su criterio y los inversores, que invertirán allá dónde sea más rentable y dónde se asegure el pago de la deuda (todo este «tinglao» se hace en vistas al pago de las deudas). Hay un parte importante de la sociedad que no siente los efectos de la crisis y se les ve bastante tranquilos. Hay algo que a mi me huele raro, o están jugando con fuego y por lo tanto se acabarán quemando, o controlan muy bien la situación. La cosa no va exactamente como nos la pintan en los medios. Si se da esta segunda situación estamos completamente vendidos.

Primera interpretación: La crisis, manifestación de las contradicciones inherentes e inaguantables del sistema capitalista

Estamos en un momento muy delicado (no hace falta ni recordarlo) y seguimos perdiendo la lucha ideológica. Voy a ponerme en dos ópticas distintas frente a la actual crisis, la que da por válida lo que nos están diciendo (es decir, que no habría ningún grupo secreto ni ningún poder oculto que detentaría mucha más información que los ciudadanos de a pie), cuyos límites serán los de mi propio entendimiento de la situación actual. La otra óptica sugiere que esta crisis es una estafa, óptica plausible que comentaré en el siguiente post y que deja espacio a la especulación intelectual (por lo tanto, desde un punto de vista científico, no es tan demostrable como la primera).

Primera interpretación: La actual crisis es una crisis sistémica que manifiesta las contradicciones inherentes al sistema capitalista, a saber, la apropiación sistemática del valor creado por los trabajadores por parte de una minoría de capitalistas que en otras épocas nos llevaba a las crisis cíclicas (de la demanda, falta de consumo) y que ha provocado en la actualidad el estallido del sistema financiero. Me explicaré, a partir de los años 80-90 se desregulariza el mercado financiero para responder a esta contradicción (los trabajadores en su conjunto creaban, y siguieron creando, mucho valor añadido pero sus salarios nunca fueron en concordancia con ese valor creado, pues el que detenta los medios de producción se llevaba una parte demasiado importante del pastel), el problema que surgía es que podría crearse un estancamiento del consumo que arrastraría a la economía en su conjunto, para solucionar este problema se dejó libertad absoluta al sistema financiero para que pudiese otorgar créditos a mansalva a los trabajadores y empresarios para que mantuvieran o aumentaran su consumo. Se partía del axioma que el crecimiento económico sería ilimitado, nunca más volveríamos a entrar en recesión y por lo tanto a la larga el sistema se podía mantener. Es más, para ese crecimiento se necesitaba del consumo irresponsable por parte de todos (trabajadores, empresarios etc etc ). De la mano de esto, el poder económico forzó que se rebajaran impuestos a las rentas altas (aquí hay más ideología e intereses personales que otra cosa) para incentivar la inversión y creación de empresas. Resultados: si en el año 98 el 1% de la renta superior poseía el 9% de la renta nacional norteamericana, en el año 2008 ese 1% posee el 20% de la renta nacional (datos de la Reserva federal). Por otro lado, las empresas acabaron destinando gran parte de sus beneficios al pago exclusivo de la financiación que obtuvieron de los accionistas, llevándonos a otra contradicciones que fue perfectamente explicada en el Manifiesto de los economistas aterrados:

«El proyecto era que la finanza de mercado sustituyera a la financiación bancaria de los inversores. Proyecto que, además, ha fracasado porque hoy, globalmente, son las empresas las que financian a los accionistas en vez de lo contrario. En adelante la gobernanza de las empresas se ha transformado profundamente para alcanzar las normas de rentabilidad del mercado. Con el aumento en potencia del valor accionarial se ha impuesto una concepción nueva de la empresa y de su gestión, pensadas como puestas al servicio exclusivo del accionista. Ha desaparecido la idea de un interés común propio de las diferentes parte interesadas vinculadas a la empresa. Los dirigentes de las empresas que cotizan en Bolsa tiene en adelante la misión primera de satisfacer únicamente el deseo de enriquecimiento de los accionistas. En consecuencia, dejan ellos mismos de ser asalariados, como demuestra el desmesurado aumento de sus remuneraciones. Como avanza la teoría de “la agencia”, se trata de hacer de modo que los intereses de los dirigentes sean en adelante convergentes con los de los accionistas.»

La explosión de las burbujas y del sistema financiero era inevitable, las contradicciones del sistema capitalista se acentuaron hasta límites inaguantables. Es la situación en la que nos encontramos hoy, acentuada en España por la burbuja inmobiliaria.

La respuesta del establishment a esta crisis ha sido la de salvar con fondos públicos al sistema financiero. Esto disparó las deudas soberanas (también fruto de la bajada de ingresos), en el año 2007, España tenía un superávit del 0,2% del PIB y una deuda pública del 36% del PIB. Cataluña un déficit del -0,28% del PIB y una deuda pública del 11,1% del PIB (ambos sobre el PIB catalán). Está en la lógica sistémica esta salvación, no puedes dejar hundir un sistema del cuál depende toda la economía global.

El incremento excesivo de las deudas soberanas y de los déficits públicos a partir del año 2009 hacen peligrar a los sistemas públicos y por lo tanto se entra en el dogma del ajuste presupuestario para salvar los diferentes estados y asegurar los pagos, de los cuáles también depende el sistema financiero (bancos, fondos de inversión…). Al no poder cuestionar el poder económico y al dogma neoliberal se apuesta por los recortes en vez de los ingresos (de las rentas altas) para equilibrar las cuentas. Esto provoca que se acentúe la recesión pues por un lado pierdes un actor económico vital para la reactivación económica -el Estado, que podría haber hecho planes de estímulo- y por el otro creas una merma en la capacidad de consumo de los ciudadanos (pues subes los impuestos regresivos, tales como el IVA o las tasas sobre luz, agua, gas, universitarias, transporte, etc etc). Esto provoca, como hemos observado en el caso griego y portugués, una recesión aún más profunda (Portugal, último trimestre del 2011 -3% crecimiento del PIB después de un año de ajustes, Grecia más de lo mismo), que a su vez exige (al haber menos ingresos) todavía más recortes que, a su vez, provocan más recesión. Esto hasta el momento que estalle la deuda soberana y se produzcan impagos, que hundirá definitivamente al sistema financiero.

Si las cosas son como nos las han contado, el sistema capitalista no se levantará de esta, y si lo hace lo hará a través de una dictadura (ya comenzada) brutal y atroz. Pues los postulados neoliberales son erróneos y no son capacidades de dar solución, pues son parte del problema. Por lo tanto, no debemos preocuparnos del auge de la derecha en España, simplemente acentuará la catastrófica situación y a la larga legitimará la acción de los de abajo y el cambio de modelo productivo y de sistema (también de valores). Debemos preocuparnos que la transición, en esta óptica, no sea demasiado dramática para los más débiles. He omitido una visión keynesiana para salir de la crisis del capitalismo pues considero que tampoco daría todas las soluciones para poder salir de la misma, pues los estado ya están muy endeudados, nada que ver con los años 30, en los cuales los estados tenían deudas públicas entre el 12% y el 25% del PIB y por lo tanto había margen de maniobra para salvar al capital metiéndole mano. Ahora esta opción es complicada.

Segunda visión: La crisis es una estafa (Siguiente Post)

La gran estafa de la crisis

Llevamos casi 4 años de crisis económica, con un paro que ha oscilado entre el 12 y el 20% de la P.A. y una contracción del PIB considerable. Al principio de la crisis se intentó -durante 6-7 meses- crear un plan de estímulo (Plan E) para reactivar la economía. Desde entonces se nos ha impuesto el dogma de la austeridad, de la contención del déficit público, que de momento únicamente ha servido para acentuar la catastrófica situación en la que nos encontrábamos. Hoy mismo, Goldman Sachs ha dicho que España recaerá en la recesión en el último trimestre de 2011 y primero del 2012. También hemos tenido el último dato del paro: 98 000 desempleados registrados en este pasado mes de septiembre, el peor dato para este mes desde 1996. Parece pues, desde un punto de vista empírico, que las medidas emprendidas no han servido más que para acentuar la ya delicada situación. Tampoco mejoran los datos en el resto de Europa ni en Estados Unidos.

He estado mirando los presupuestos generales del estado para el año 2007 y un dato me ha sorprendido: había un superávit del 0,2% del PIB y la deuda pública estaba alrededor del 40% del PIB. Haciendo clic aquí accederéis a esos presupuestos: Presupuestos 2007. Parece pues que la relación causa-efecto está clara: la crisis ha provocado el disparo del déficit público y de la deuda pública. No es al contrario. No es porque tuviéramos un gasto público insostenible o un estado del bienestar insostenible que se ha acentuado la crisis, muy al contrario ésta ha «atacado» de manera brutal al sector público.A no ser, claro está, que nos mintieran en las cuentas públicas (que estaban totalmente equilibradas). Al haber una recesión y un posterior estancamiento de la economía se ha recaudado menos.

Sea lo que fuere, el hecho es que no volveremos atrás nunca más. Tenemos que estar atentos a lo que está pasando ahora. Y ahora lo que ocurre es que el BCE presta dinero al 1% a la banca privada y al 4 o 6% a los estados «soberanos». Se intenta dar liquidez al sistema monetario, que vuelva a circular el crédito y demás. El problema es que la banca privada se rige por el principio básico del capitalismo y del liberalismo: el interés individual. No le interesa otorgar créditos a las PYMEs(que crean el 80% de puestos de trabajo de nuestro país) ya que es menos rentable para ella que, por ejemplo, comprar deuda pública a intereses del 4,5,6 o 7%. Que además se tienen por seguro que se pagarán pues todas las políticas de austeridad están diseñadas para cumplir el objetivo de pagar esa deuda. Mientras nos recortan en sanidad, educación etc etc se incrementan los fondos para el pago de la deuda. De hecho, la banca está acumulando tal cantidad de deuda que si hay impago o bancarrota de un país se hundiría definitiva y dramáticamente todo el chiringuito que se han montado. Estamos atrapados.

No nos extrañemos pues de la estrategia que están adoptando muchas comunidades autónomas en España para cumplir el objetivo de pagar la deuda. Ésta es la de privatizar los servicios públicos. Mientras se mantengan ingresos constantes y recortemos servicios básicos se asegurarán los fondos para pagar la deuda. Así, por ejemplo, no es de extrañar que la Comunidad de Madrid despida a 3600 interinos y exprima las capacidades de los docentes de la educación pública. Se matan dos pájaros de un tiro: por un lado nos ahorramos 80 millones más y por el otro empeoramos este servicio público, de esta manera el ciudadano medio que pudiera costear una educación privada o semi-privada a sus hijos se convence definitivamente. Que se prive de algún bien más secundario (vacaciones buenas, coche nuevo etc) y que se sacrifique por sus hijos. Casi nadie recuerda que se dejan de ingresar 90 millones de euros por la deducción escolar que beneficia a las familias con hijos en centros privados. La Ley de Medidas Fiscales y Administrativas de 2011 incluyó un aumento en la deducción para los gastos asociados a la enseñanza obligatoria no gratuita. Algo parecido ocurre con la Sanidad catalana, la están esquilmando tanto para que el ciudadano medio acabe prefiriendo pagar más pero al menos asegurarse el servicio. Las listas de espera son interminables en la sanidad pública catalana y el servicio se está empeorando considerablemente. Por cierto, todos los trabajadores de estos sectores (y también de la universidad pública) que se están viendo tan severamente perjudicados tendrán que acabar trabajando en el sector privado, con un sueldo menor pues habrá más oferta de trabajo, ya que la demanda de estos servicios no está disminuyendo, nada más lejos de la realidad: está aumentando (sobre todo en el sector educativo, cada vez hay más alumnos). Se ha creado una dinámica que intenta fortalecer el sector privado.

A todo esto, se añade el agravante de que se suben los impuestos indirectos (el IVA, tabaco, alcohol, gasolina) que afecta de forma significativa a las personas con ingresos medios y bajos pero que apenas notan los de renta alta. Son impuestos fáciles de imponer, pueden mermar el consumo pero hay que intentarlo. Al fin y al cabo multitud de bienes y servicios son necesarios para el día a día.

Para rematar todo esto, se aprueban reformas laborales aberrantes que encadenan a los jóvenes a un futuro laboral de precariedad y de fácil explotación por parte de los grandes empresarios. Aberrante es también el observar como los ex-directivos de Novacaixagalicia han tenido una indemnización, enmarcada en el plan de prejubilaciones y bajas incentivadas, por valor de 24 millones de euros que se han repartido entre sus 3 más altos cargos. Esos directivos hundieron a esta caja (ahora nacionalizada) y como premio se embolsan 24 millones de euros. Con el consentimiento del gobernador del Banco de España, ese mismo que exige austeridad y tal y tal y tal…

En fin, no podemos dejar que nos engañen así. Esta crisis es una gran estafa, las grandes corporaciones, poderosos, banqueros, operadores financieros están sacando muchísima tajada. Y la derecha está a punto de realizar el más ambicioso proyecto político de los últimos tiempos:la instauración de un régimen neoconservador a nivel mundial.

Os dejo un par de vídeos para profundizar en algunos aspectos que he dejado de lado:

Alberto Garzón en 59 segundos:

Discurso de Anguita del año 1999 y de trágica actualidad: