Confirmada la celebración de elecciones anticipadas para el próximo 25 de noviembre debemos plantearnos diversas cuestiones. Para empezar, como ya comenté en el post anterior, si CiU no celebraba estas elecciones se iba a convertir en un cadáver político. Por un lado, el aumento de los sentimientos independentistas están dejando atrás la retórica convergente (limitada en el nacionalismo y el pacto fiscal) lo que les supone claramente una pérdida de poder político si no actuaban con rapidez e inteligencia. En efecto, si no cambian el discurso cuando sus propias bases les están exigiendo pasos más decididos hacia el soberanismo perderían la confianza de éstos y de parte de su electorado. Quedarían, de esta forma, al descubierto y podría suponer la fractura interna del partido y la imposibilidad de quedar como catalanes de verdad ante la opinión pública. Han alimentado el discurso del expolio fiscal (que operaba como un subterfugio para eludir responsabilidades políticas sobre los recortes) y ahora deben atenerse a las consecuencias.
Por otro lado, está el tema de las desastrosas consecuencias de sus políticas, tanto a un nivel económico (la deuda pública sigue aumentando estrepitosamente, así como el déficit público) como a un nivel social (24% de pobreza infantil, el desempleo no deja de aumentar y tenemos enormes problemas en la educación pública -que está siendo destrozada- así como en la sanidad -listas de espera enormes, cierre de quirófanos, de CAPs etcétera). El coste político de esto puede ser enorme si se esperasen dos años más para celebrar elecciones (en el 2014 estaremos todavía peor que en la actualidad, se vislumbrará el final del túnel a partir del 2015-2016 coincidiendo con las próximas elecciones) que, sumado a la oleada secesionista podría convertir de en un partido de segunda. Desde los sectores catalanistas se la acusaría de cobarde e hipócrita y desde el resto de sensibilidades más izquierdistas como el partido que nos ha llevado a la ruina social y económica.
CiU dispone de asesores buenísimos y saben mucho mejor que yo todo esto. En estos instantes se podrá echar humo sobre todo y se hará de la figura de Artur Mas el líder de todo un pueblo que anhela libertad. Probablemente se presentará a las elecciones en un tono épico. Hoy mismo, respondiendo al diputado Herrera, ha asegurado que Cataluña necesitará de un líder fuerte que nos guíe hacia la construcción del nuevo estado. Sus delirios napoleónicos no cesan. Y ya ha anunciado la propuesta estrella: agotar las vías legales para celebrar un referéndum o realizar una consulta si esto último no es posible. La pregunta que nos asalta es la siguiente: ¿Hace falta celebrar unas elecciones para hacer un referéndum o una consulta? Evidentemente, NO. Cualquier grupo parlamentario (como ERC o SI por ejemplo) pueden presentar el referéndum o la consulta y CiU acceder al mismo (ya que la manifestación fue multitudinaria). No tienen ni que mojarse. En Escocia no las han necesitado para convocar el referéndum del 2014, ni en Quebec en los dos referéndums que realizaron. Se podría argumentar que en Escocia ya han habido elecciones el pasado 2011 en las que ganó el partido independentista pero eso no es relevante. De hecho, al ser secesionista, lo convoca (claro, antes no tenía mayoría suficiente para hacerlo). Si CiU lo fuese, lo convocaría directamente. Pero de esta forma se van a asegurar estar 4 años más al frente del poder y liderar la transición si finalmente ésta se produce (que tengo mis dudas), además de legitimar toda su acción de gobierno en estos dos lamentables años.
En este punto viene mi aviso. Si eres independentista nunca debes votar a los oportunistas de CiU que se aprovecharán de tu voto para seguir robando todo lo que puedan, para justificar su lapidación del estado del bienestar recortando a diestro y siniestro y para realizar su particular proyecto neomafioso de país: el eurovegas. Sé que Artur Mas os parece un buen orador y una persona de seny pero os la clavará doblada. Probablemente todo esto de la consulta tarde años en realizarse. Si es tan «indepe» que haga un frente independentista con ERC, SI u otras fuerzas políticas y prometa que si se ganan las elecciones se declarará la independencia (el pueblo lo habría votado, no haría falta un referéndum y las elecciones anticipadas tendrían su razón de ser). No legitimemos su modelo social, no les sigamos el juego. Los independentistas deben votar a SI o ERC (o a la CUP si llega a presentarse) que son los únicos que claramente apuestan por la secesión. Más todavía, si nos oponemos a los recortes o si pensamos que Madrid nos roba (ya que, no olvidemos, muchos alcaldes así como el concejal de cultura de Barcelona del PP lo son gracias a CiU) es nuestro deber votar a estas otras formaciones. De esta forma seremos más inteligentes que ellos y ejerceremos nuestro control democrático (y normalmente solo tenemos una ocasión cada cuatro años para hacerlo).